Las tarimas sintéticas para uso exterior es un producto que ha evolucionado mucho durante los últimos 10 años. Actualmente es el que más se utiliza debido a su confort y tipo de acabado.
Dentro de las tarimas sintéticas, para su uso en el exterior, existen dos tipos diferenciados. Por un lado encontramos las que son completamente sintéticas, confeccionadas a base de resinas y polímeros; a su vez éstas pueden estar compuestas de plástico reciclado. Por otro lado existen las tarimas hechas a partir de un núcleo de fibras de madera.
Estas tarimas tienen muchos beneficios, destacamos los cuatro que consideramos como beneficios principales:
- Su durabilidad: El material con el que están compuestas no se astilla, ni se agrieta, ni se deforma; así tenemos la garantía de que nuestra tarima tendrá el mismo aspecto durante al menos 10 años.
- No sufren enfermedades ya que no son atacadas por termitas ni se pudren.
- Son antideslizantes y se limpian fácilmente, sólo requieren de una limpieza a presión para lucir como el primer día.
- No requieren de ningún tipo de mantenimiento.
El diseño se pueda adaptar a las preferencias del cliente, destacando sobretodo el gran abanico de colores que se puede aplicar; pudiendo obtenerse tonalidades desde muy cálidas y claras a frías y más oscuras. Las tonalidades más utilizadas son las que imitan a maderas con tonalidades grises.
Como con cualquier proyecto de exterior, se recomienda ponerse en contacto con un profesional para ayudarles y aconsejarles qué tipo de tarima sintética se ajusta más a sus necesidades.