Todo aquel que quiera cultivar un huerto, una zona floral, o un jardín entero en su parcela debería saber que nuestro paraíso verde puede llegar a ser super atractivo para esos indeseables visitantes conocidos como plagas. La buena noticia es que existen remedios no invasivos como los insecticidas naturales, que ayudarán a nuestras plantas a sanar sin necesidad de interferir negativamente en el ecosistema que les rodea, en la tierra o la fauna auxiliar. Aquí te lo explicamos todo.
Primero que nada, es importante conocer e informarse sobre las plagas y predadores más comunes, para saber qué tipo de tratamiento requiere cada una. Los principales tipos de plaga con los que nos solemos encontrar son: pulgones (numerosas variedades), caracoles y babosas, orugas, mosca blanca y hasta campañoles o ratones de campo.
Son muchas las causas que pueden debilitar a nuestras plantas, que implican factores que van desde los cambios bruscos de clima hasta una tierra inadecuada. Esto genera un desequilibrio biológico en los cultivos, debilita las plantas y las hace vulnerables a enfermedades o al ‘ataque’ de parásitos. Las consecuencias de estos daños pueden ser irreparables.
¿Qué son los insecticidas naturales?
El uso de insecticidas naturales nos ayuda a mantener nuestras plantas sanas y sin parásitos. Se trata de soluciones o preparados a base de productos de uso diario, que funcionan como repelentes de estos bichitos.
Los insecticidas habituales pueden llegar a ser un método muy eficaz para deshacernos de los terribles intrusos, pero también pueden ser perjudiciales para la salud. Se trata de productos muy agresivos, que pueden solucionar un problema, pero que en el futuro pueden llegar a tener efectos negativos en el equilibrio biológico de las plantas, así como en el medio ambiente.
Ya sea como tratamiento o como medida preventiva, siempre podremos recurrir a antiguos remedios caseros que pueden ser igual o más efectivos que otros productos químicos. Incluso mediante la utilización de organismos vivos, colocando predadores que se alimentan de las plagas. Las mariquitas por ejemplo, además de ser bonitas, ¡pueden salvar nuestros rosales, ya que les encanta el pulgón! También los escarabajos de tierra y los ciempiés, que se esconden durante el día y por la noche salen a alimentarse de las plagas.
Si el bicho ya se ha apoderado de la planta, lo primero será identificar la especie que la está afectando, y así poder utilizar el tratamiento más adecuado para curarla. Existen preparados que puedes aplicar tranquilamente en las plantas de tu terraza o balcón, que te ayudarán a acabar con el problema sin afectar personas, animales o incluso polinizadores, en caso de ingesta.
Insecticidas naturales: ¡prepáralos tú mismo!
Aquí te dejamos algunas recomendaciones de insecticidas naturales low cost, fáciles de hacer y muy utilizados en la jardinería urbana.
Ajo
El ajo, por sus propiedades, es uno de los mejores repelentes naturales. Nos ayudará a evitar los insectos más comunes que atacan nuestras plantas. Te proponemos elaborar una maceración aceitosa de ajo picado. Déjala reposar 1-2 días y colócala en un vaporizador con el fin de combatir pulgones, mosca blanca y araña roja, entre otros.
Huevos
Las cáscaras de huevo ofrecen grandes beneficios para el jardín, como aportar nutrientes a la tierra y a las plantas, o como fertilizante. Al machacar las cáscaras del huevo, obtendrás un polvo que puedes repartir sobre la base de tus plantas, protegiéndolas del ataque de orugas o caracoles.
Insecticida a base de naranja
Guarda las peladuras de dos naranjas para hacer un insecticida natural de lo más sencillo. Hierve 2 tazas de agua y vierte sobre los restos de la naranja, dejándola reposar durante 24 h. Cuela el líquido en un pulverizador, añade una cucharada de lavaplatos biodegradable y agita bien la botella para mezclar todo. Este insecticida te ayudará a prevenir la presencia de babosas, pulgones y cochinillas.
Tabaco
El preparado de tabaco natural funciona de maravilla como fungicida, gracias a la nicotina que hay en sus hojas. Incluso puedes hacer un macerado con colillas de cigarro y agua, dejándolo reposar uno o dos días antes de colarlo y colocarlo en un pulverizador. Te ayudará a deshacerte de babosas, araña roja, caracoles, ácaros, moscas, palomillas, cochinillas, pulgones y gusanos.
Recuerda siempre que la prevención es parte del buen mantenimiento de jardines y de nuestras plantas. Pero si ya tienes al agresor instalado en tu jardín, aprovecha los recursos orgánicos que nos da la propia tierra y anímate a preparar insecticidas naturales.